Es un síndrome muy infrecuente en el cual el tejido muscular bajo la piel, llamado fascia, se inflama y se vuelve grueso. La rápida inflamación se puede presentar en las manos, los brazos, las piernas y los pies.
La enfermedad es similar en apariencia a la esclerodermia, pero no tiene relación con ésta.
La causa de la fascitis eosinofílica se desconoce. Se han informado menos de 300 casos en los últimos 35 años.
Las personas con esta afección tienen una acumulación de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco, en la fascia y los músculos afectados. Los eosinófilos están asociados con reacciones alérgicas, pero su función exacta se desconoce.
El síndrome afecta a personas de cualquier edad, pero es más común en personas de 30 a 60 años.
Los exámenes que se pueden hacer abarcan:
El tratamiento con corticosteroides y otros medicamentos inmunodepresores alivia los síntomas, en especial cuando se inician a comienzos de la enfermedad. Los antinflamatorios no esteroides (AINES) también pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Si se presentan enfermedades de la sangre, se tratan con base en su tipo.
En la mayoría de los casos, la afección desaparece al cabo de 3 a 5 años; sin embargo, los síntomas pueden retornar (reaparecer) o persistir. El pronóstico es mucho más desalentador si se presentan enfermedades de la sangre.
La artritis es una complicación infrecuente de la fascitis eosinofílica. Algunos pacientes pueden presentar trastornos sanguíneos muy graves o cánceres relacionados con la sangre, como anemia aplásica o leucemia.
Solicite una cita con el médico si tiene síntomas de este trastorno.
No hay una forma de prevención conocida.
Harris ED. Budd RC, Genovese MC, Firestein GS, Sargent JS, Sledge CB. Kelley's Textbook of Rheumatology. 7th ed. St Louis, MO: WB Saunders;2005:1302-1303.